domingo, 9 de diciembre de 2012

OBJETIVOS


Para que una sociedad llegue a ser realmente intercultural, todos los grupos sociales implicados en ella han de encontrarse en condiciones de igualdad. Esta igualdad sólo puede alcanzarse trabajando desde una doble perspectiva: socioeconómica y sociocultural.
Dentro de esta perspectiva sociocultural, la educación intercultural, entendida como un proceso amplio de educación social, es una de las principales herramientas con las que contamos hoy en día para hacer frente a los problemas de relación, entendimiento y respeto que se dan en los distintos ámbitos de nuestra sociedad.
Este objetivo implica:
- Conseguir que la diversidad deje de ser un motivo de marginación.
- Realizar un esfuerzo por mantener las distintas identidades culturales.
El objetivo general de la educación intercultural ha de ser favorecer y reforzar las bases de una relación recíproca bien entre sociedades distintas, bien entre distintos grupos culturales ya sean mayoritarios o minoritarios.
Tal objetivo general supone que la educación intercultural ha de realizarse con el conjunto de la sociedad. No es posible aspirar a una sociedad intercultural trabajando únicamente, como pretendían los primeros programas interculturales, con una de las partes implicadas, es decir, con los grupos minoritarios.
No obstante, por su propia situación, las necesidades respecto a la educación intercultural de los grupos socialmente mayoritarios y de los grupos minoritarios, son muy diferentes.
En la mayoría de las ocasiones, los grupos minoritarios, especialmente cuando son resultado de procesos de inmigración, necesitan en primer lugar adquirir una serie de habilidades y destrezas sin las cuales no es posible la adaptación e incorporación a su nueva sociedad. En el caso de los grupos mayoritarios las necesidades se orientan fundamentalmente, hacia la modificación de los esquemas y formas de pensamiento inadecuadas, estereotipos y prejuicios, que están detrás de las actitudes y conductas negativas frente a los grupos minoritarios.
Estas necesidades diferentes se traducen, lógicamente, en objetivos diferentes.
En el caso de los grupos socialmente mayoritarios, los objetivos de la educación intercultural son:
- Propiciar una toma de conciencia sobre la realidad de un mundo interdependiente que favorezca unos hábitos de conducta consecuentes con dicha realidad.
- Modificar el discurso social basado en prejuicios y estereotípos étnicos negativos.
- Favorecer una valoración positiva de la diferencia y la diversidad.
- Generar actitudes y hábitos de conducta positivos ante personas procedentes de sociedades y culturas que no son las nuestras.
Mientras que en los grupos minoritarios, el objetivo de la educación intercultural ha de ser favorecer su incorporación a la sociedad mayoritaria, sin que ello suponga la pérdida de su propia identidad cultural.

Aunque, como ya se ha dicho, la educación intercultural ha de realizarse con el conjunto de la sociedad, no cabe duda de que los niños, niñas y jóvenes, tanto de los grupos mayoritarios como minoritarios, constituyen el principal sector destinatario de la educación intercultural. Esta prioridad se justifica porque ellos y ellas serán en gran medida los ciudadanos y las ciudadanas de las sociedades interculturales.
En el caso concreto de los sectores más jóvenes de la población, el objetivo de la educación intercultural de favorecer y reforzar las bases de una relación recíproca entre sociedades distintas, adquiere un significado pleno.
La educación intercultural dirigida a los sectores más jóvenes de las sociedades mayoritarias es especialmente importante ya que, a pesar de la dificultad que supone trabajar en contra del ambiente social predominante, las características de este sector de población facilitan, en mayor medida que en las de la población adulta, el trabajo dirigido ha conseguir no sólo la aceptación de las personas procedentes de otras sociedades y culturas, sino el establecimiento de unas relaciones positivas.
Cuando la educación intercultural se dirige a los sectores más jóvenes de la población mayoritaria, los objetivos generales ya señalados,enfocan el trabajo de cara a conseguir que:
- Los niños, niñas y jóvenes desarrollen la capacidad de reconocer los prejuicios y estereotipos, el racismo y la xenofobia, vinculados a las percepciones distorsionadas que puedan tener de nuestro mundo, de cara a superar actitudes de discriminación y marginación de otras personas y colectivos.
- Proporcionar los conocimientos y habilidades que les ayuden a desafiar y a intentar cambiar estas manifestaciones cuando se encuentren con ellas en la sociedad, y que puedan trasladar la idea de respeto, entendimiento, comprensión y tolerancia entre las gentes y los pueblos, desde su realidad local a la realidad global del mundo en que vivimos.
La consecución de los objetivos planteados por la educación intercultural pueden lograrse a través de una gran diversidad de iniciativas y actuaciones cuyo alcance variará según los casos. Sin embargo, es posible diferenciar dos grandes líneas de trabajo en el desarrollo de la educación intercultural:
- Desde la perspectiva de la educación formal.
- Desde la perspectiva de la educación no formal. Que es en la que nos vamos a centrar. 

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